lunes, 20 de diciembre de 2021

Blancanieves: un cuento de terror

 

Fecha: 1997
Duración: 1h 47mins

Sinopsis:
Si piensas que Blancanieves es sólo un cuento de hadas, estás a punto de descubrir la verdadera historia, pero antes esconde a los niños. La verdadera historia protagonizada por Sigourney Weaver y Sam Neill, cuenta un inimaginable cuento de terror.
Cuando la joven madre de Lillian muere durante el parto, su padre repentinamente se vuelve a casar con la bella y vanidosa Lady Claudia, pero la aparente buena apariencia de Claudia es sólo eso, pura apariencia lejos de la realidad. Su objetivo es dar a luz a su propio hijo y convertirse en la Reina Claudia con el maléfico espejo mágico.
El intento fallido de asesinar a Lillian deja a la joven perdida en el oscuro bosque donde conocerá a siete enanitos... pero ¡un momento! ¿Crees que sabes el resto de la historia? No te fíes porque los apuestos príncipes y adorables enanitos no siempre podrán salvar...
Con la película comprobarás cómo el agua, la sangre, el terror y la apetecible manzana de siempre pueden actuar juntas.






Lo primero que tengo que decir es que la sinopsis que aparece en la carátula es una auténtica basura.
Lo segundo, es la mejor adaptación del cuento de Blancanieves que he visto hasta ahora. Me encanta esta película, es oscura y mágica. No es un cuento de hadas, es un cuento de brujas.
La protagonista indiscutible de esta película es Lady Claudia; Sigourney Weaver está fabulosa y el papel de mala le queda genial.
Una mujer ambiciosa que sabe lo que quiere, hija de una bruja y que quiere vengarse de la burguesía que los ninguneó mezclándose entre ellos ahora y siendo reina y señora de todo. Con sus artes oscuras, además de su carácter y su nueva posición social, logrará tener a todos bajos sus órdenes, pero siempre será la segundona, porque Lillian siempre será especial para todos, por eso Claudia la odia y debe acabar con ella. Para ello echará mano de sus poderes, después de que su hermano, que en esta versión sustituye a la figura del cazador, no haya sido capaz de matarla.
Y, ¿quién le habla a través del espejo? ¿Es ella misma en su locura, en su ambición, o es el recuerdo de su madre que la alienta en su venganza? 
Lillian, nuestra Blancanieves, es una niña bien que no acaba de llevarse con su nueva madrastra, pero que realmente no tiene ninguna mala intención para con ella. Víctima de los celos de Claudia, acabará en el bosque donde no se encontrará con unos enanitos, sino con un grupo de hombres que se ganan la vida como pueden y que la mantendrán primero como posible moneda de cambio y luego ya como parte del grupo, llegando a tener un romance con el líder del mismo, demostrando que el amor no entiende de posiciones sociales, pero no os preocupéis que la parte amorosa es mínima y no embrutece la historia de "terror".
Lillian está interpretada por Monica Keena, a quién vimos en un papel secundario y odioso (como acabaron siendo todos) en Dawson crece.
Sam Neill es el que tiene el papel más soso de todos, pues queda totalmente en segundo plano, no solo por la potencia del personaje de Weaver, sino porque su papel es bastante irrelevante.
Resumiendo, una magnífica historia que le da una vuelta a lo que creíamos saber, con una Sigourney Weaver maravillosa. Algo en lo que los creadores de Maléfica se podrían haber inspirado para hacer algo mejor que la birria que han hecho, que se han cargado al personaje. Viva Lady Claudia.

sábado, 4 de diciembre de 2021

Dallas Buyers Club

 

Fecha: 2013
Duración: 1h 57mins

Sinopsis:
Hijo de Texas, Ron Woodroof es un electricista y cowboy de rodeo. En 1985, está metido en un estilo de vida temerario, que no se replantea. De repente, Ron es diagnosticado como seropositivo y se le dan 30 días de vida. Sin embargo no acepta su muerte.
Su curso intensivo de investigación revela la falta de tratamientos aprobados y medicamentos en los EEUU, así que Ron cruza la frontera a Méjico. Allí, averigua sobre tratamientos alternativos y comienza a hacer contrabando con los Estados Unidos, desafiando a la comunidad médica y científica, incluyendo a su médico, la Dr. Eva Saks (la ganadora del Premio del Sindicato de Actores de Cine Jennifer Garner).



Esta película me la recomendó una persona y, si no llega a ser por ella, ni la hubiera visto. Ni me sonaba ni me llamaba la atención, pese a que conozco a los actores protagonistas (no personalmente, claro...).
Me habló tan bien de la película y del gran papel que hace Matthew McConaughey, que no me lo pensé y la vi sin buscar información sobre ella ni nada.
Me ha gustado mucho. Basada en una historia real, nos explica la vida de Ron Woodroof, un electricista que contrae SIDA en pleno boom de la enfermedad y cómo se las ingenia para seguir viviendo o, al menos, vivir con más calidad el tiempo que le quede.
Nos presentan una época en la que se creía que el SIDA era una enfermedad solo de homosexuales, por lo que la reacción de Ron, cuando se lo dice su médico, homófobo a más no poder, es violenta y empieza a chillarle al doctor que él "no es un maricón". Cuando se enteran sus compañeros de trabajo y de diversiones (drogas, cocaína y relaciones con prostitutas o con cualquier mujer, obviamente sin protección), homófobos como él, le hacen el vacío, por lo que Ron empieza a investigar sobre la enfermedad y es cuando descubre que también se puede contagiar por droga inyectada (cosa que no consumía) y por relaciones sexuales sin protección, independientemente de hombre o mujer (¡premio para el caballero!). Buscando información, ahora sí ya vista la película, parece ser que el verdadero Ron no era homófobo, pero puedo entender la licencia que se tomaron para, no solo añadir drama a la historia (te has "convertido" en lo que más odias), sino para hacer más gráfico y entendedor el descubrimiento de que no sólo había una manera o, mejor dicho, un tipo de persona y situación para contagiarse de Sida.
La película también es una fuerte crítica a las farmacéuticas y al gobierno que permite que éstas se enriquezcan, permitiendo solo la venta de unos pocos medicamentos propiedad de esas farmacéuticas  que tienen efectos secundarios y no son tan efectivos como otros, provenientes de otros países.
También llama mucho la atención las peripecias que se tuvo que inventar para poder hacer el contrabando (haciéndose pasar por cura, entre otras) y el gran negocio que acaba montando de una manera alegal, más que ilegal. Y todo eso en el poco tiempo de vida que le daban, que logró ampliar hasta los siete años. Toda una historia de superación personal y de momento histórico que permitió cambiar una situación de desamparo de la gente enferma.
Matthew McConaughey hace un gran papel, por algo le dieron el Oscar, y hay que reconocer que le quedan mucho mejor los papeles de persona demacrada que las comedietas romanticonas que hizo en sus inicios.
Jared Leto también hace un buen papel. Una mujer trans y drogadicta, que me recordó a su papel en Réquiem por un sueño, más que nada por las drogas, porque allí hacía de chico, pero me vengo a referir, sin querer encasillarlo, que los papeles de drogadicto no le quedan mal. Rayon, pues así se llama el personaje, no fue nadie concreto en la vida de Ron, pero también entiendo la licencia para dar visibilidad a la comunidad LGTB y su "uso" como relaciones públicas para conseguir más gente de esa comunidad para el club.
Y Jennifer Garner está metida con calzador, para variar. Su papel de doctora tampoco tiene su réplica en la vida real y supongo que tenían que darle el toque femenino y bueno a la película, pues no sólo toda la comunidad de médicos que llevan los ensayos clínicos sobre el SIDA son hombres y se oponen claramente contra ella, sino que ella decidirá apoyar el negocio de Ron. 
La película, para ser un biopic y tratar asuntos legales y gubernamentales, también es entretenida y no se hace nada pesada aunque dure dos horas (hoy en día las películas ya duran mucho más), es interesante y hace que permanezcas atento a la pantalla hasta el final. Una auténtica sorpresa.