lunes, 29 de agosto de 2022

Lady Halcón

 


Fecha: 1985
Duración: 2h 1 min

Sinopsis:
En una época de magia y aventuras, una leyenda heroica y sobrenatural relata la diabólica venganza del Obispo de Aquila que, a consecuencia de una traición, jura impedir el amor de Navarre e Isabel. Apoderándose de las fuerzas del mal, lanza sobre la pareja un terrible hechizo: ella se convertirá en halcón durante el día y él, en un acechante lobo gris por la noche. Eternamente unidos y separados, encontrarán un aliado en la persona de Philippe que les ayudará a conjurar la maldición del obispo.






Un clásico de aventuras que no había visto pero que conocía de oídas, aunque lo único que sabía era que los amantes estaban condenados a no estar juntos y técnicamente sí están juntos, pues Navarre va siempre acompañado del halcón y por la noche el lobo merodea cerca de donde está Isabel, así que lo que realmente ocurre es que no pueden estar juntos en forma humana a la vez. Puede que sea un comentario tiquismiquis, pero considero que es mejor eso, el poder cuidar del animal que es realmente tu enamorado, que nada, que no poder encontrarse, que es lo que rondaba por mi cabeza.
Por otro lado, solo con ver la portada, pensaba que Matthew Broderick hacía del personaje de Navarre y me chirriaba un poco porque no me pegaba con Michelle Pfeiffer de pareja ^^U
Así pues, Broderick es realmente Philippe un ladronzuelo que se escapa de la prisión de Aquila. Los soldados van en su busca pero en cuanto van a cogerle aparece Navarre y le salva. ¿Qué interés tiene este caballero en salvar a un simple ladrón? Pues que ha sido el único capaz de escapar de la prisión y quiere que le ayude en su plan de entrar en la misma, ya que quiere vengarse del Obispo de Aquila, quien les embrujó, a él y a Isabel, su amada, por celos y por considerar a Navarre un traidor a que no pudieran amarse nunca.
La gracia está, entiendo yo, en confiar en un ladrón para que le ayude a conseguir algo tan importante y, sobre todo, a cuidar de Isabel mientras Navarre está en la forma de lobo porque, desde un inicio, Navarre le oculta la maldición que les afecta y al principio Philipe solo ve cosas raras, pero no sabe quién es la mujer que ve por la noche.
Philippe es el personaje que veo más conseguido. Un charlatán con mucha cara aunque en el fondo tiene buen corazón y que es quien aporta el toque de humor a la historia.
Navarre, interpretado por Rutger Hauer, no está mal del todo, aunque su porte es muy serio durante toda la película y salva las escenas más dramáticas y sentimentales un poco por los pelos, en mi opinión. Parece ser que Rutger no iba a ser el protagonista y un cambio de última hora hizo que lo fuera, por lo que Rutger hizo todo lo posible por salvar el papel, así que tampoco puedo ser tan estricta con él.
Isabel queda como un personaje más secundario y al que creo que podrían haberle dado algo más de profundidad y de minutos en pantalla es al Obispo. Sabemos que es el malo desde el principio, pero poco sabemos de su historia, de sus motivos, de sus sentimientos... La escena final en la que Navarre entra a por él y el obispo apenas dice nada, simplemente le mira des de lejos, aunque en general es una buena escena, me parece muy desaprovechada en cuanto al obispo que simplemente las ve venir.
Y lo que más llama la atención desde el segundo 1 de la película es la banda sonora: ¿música rock y sintetizadores en una historia medieval? ¿Y por qué no? Al principio puede chocar un poco, pero te das cuenta que no desentona para nada, lo único que hace es enmarcar la película en la década en la que se encuentra, en los 80, aunque, como mucha gente coincide, es una película atemporal.

domingo, 28 de agosto de 2022

Disobedience

 

Fecha: 2017
Duración: 1h 54mins

Sinopsis:
Dirigida por Sebastián Lelio, director de la galardonada película en los Premios Oscar® 2018 Una Mujer Fantástica y protagonizada por la ganadora de un Oscar® Rachel Weisz (2005, Mejor Actriz secundaria en El jardinero fiel) y Rachel McAdams este fascinante drama sobre una mujer que creció en una familia ortodoxa judía y regresa a su hogar con motivo de la muerte de su padre. La controversia no tardará en aparecer cuando ella comienza a mostrar interés por una vieja amiga de la infancia. Las mujeres explorarán los límites de la fe y la sexualidad en esta película que la crítica define como una "demostración de talento" (Manu Yáñez, Fotogramas).






Rorit, el personaje de Weisz, vive en Nueva York trabajando de fotógrafa. Vuelve a casa de su padre por la muerte de éste y se encuentra que su amigo se ha casado con Esty, su mejor amiga, que tal como dice ella misma cuando se entera: "éramos inseparables". 
Rorit se fue porque no aguantaba todas las reglas de la religión en la que había crecido, pero hay algo más. Se fue porque no podía estar con Esty. Ellas ya tuvieron una relación de jóvenes, nos enteramos que el padre de Rorit las pilla juntas y se enfadó muchísimo. De lo que nos enteramos también, a lo largo de la película, y que es algo sobre lo que la sinopsis puede crear confusión, es que es Esty quien llama a Rorit por la muerte del padre porque quiere que vuelva, es Esty quien la echa de menos y quiere verla. A Esty no le quedó más remedio, o eso sintió ella, que quedarse y amoldarse a las convicciones religiosas que le han inculcado desde pequeña y, ya que debía casarse y tener sexo con un hombre, ¿por qué no con su amigo y no con uno cualquiera? Pero Esty no ha olvidado a Rorit. Lo que somos y lo que sentimos es más fuerte que cualquier cosa que puedan enseñarnos o inculcarnos.
La película es lenta y calmada, igual que la aproximación entre ambas, incluso las escenas de sexo, pese a los años pasados y a la pasión y las ganas que se tienen entre ellas, son pausadas.
Me ha sorprendido mucho conocer algunas ¿tradiciones? de los judíos ortodoxos sobre todo relacionado con las mujeres, como el tema de la ropa sobria y el uso de pelucas.
Por otro lado, no me he creído el final. Esty ya no quiere seguir con su marido y le pide su libertad, a lo que él accede. A lo mejor soy yo, pero una sociedad tan cerrada y conservacionista como la que se ve en la película y, encima, siendo él el nuevo "director" (no me sale la palabra correcta) de la sinagoga y la necesidad de mantener las apariencias (hay un momento que otros judíos le echan en cara que su mujer está haciendo cosas raras y él les contesta que de su casa se ocupa él) no me cuadra para nada esa facilidad, ese permiso y encima sin apenas discutir. 
No es una película para todos los gustos ni para todos los públicos, solo la recomendaría si realmente apetece verla porque tampoco consideraría verla para pasar el rato.