Fecha: 1967
Duración: 1h 45mins
Sinopsis:
Mark Thackeray, un ingeniero negro sin trabajo, acepta un empleo como profesor de un grupo de estudiantes bastante conflictivos en una escuela de la periferia de Londres. Sus alumnos son insolentes y groseros pero, en el fondo, no tienen malos sentimientos. Al principio intenta ganarse su confianza utilizando los métodos tradicionales, pero fracasa tan estrepitosamente que no tendrá más remedio que recurrir a otras fórmulas.
Hace cosa de un mes nos dejaba Sydney Poitier y a modo de homenaje he querido ver Rebelión en las aulas, película que creía haber visto, pero creo que estaba equivocada porque no he recordado nada. Es muy posible que mi error venga de que otra película, Mentes peligrosas, con Michelle Pfeiffer en cabeza, y que me gusta muchísimo y he visto varias veces, se inspira casi totalmente en ésta cambiando los años 60 de Londres y la rebelión a través del baile, la moda y el lenguaje por los años 90 de Estados Unidos y las pandillas de negros y latinos enemistados.
Volviendo a la que nos toca, es una película que ha envejecido bastante mal por los principios que promueve: las mujeres deben cocinar, buscar un marido al que cuidar y apoyar, ayudar a sus madres en la compra en el mercado y comportarse en definitiva como "señoritas". Por otra parte, los chicos son los que hacen educación física porque deben ser fuertes y ágiles, aunque, rompiendo una lanza a su favor, deben ser educados para con los demás y con las mujeres e ir bien vestidos y arreglados.También tiene algún detalle progre como que les enseña a cocinar, también a los chicos, aunque sea cosa de mujeres, porque puede que en un futuro próximo se encuentren solos y deben saber salir adelante y prepararse algo.
Las películas y series de instituto siempre me han gustado, supongo que porque me permiten "vivir" lo que no viví en la realidad y lo tengo idealizado, pero no lo puedo evitar.
El protagonista indiscutible de la peli es Poitier y aunque hay algunas escenas un poco contemplativas donde no hace más que mirar de un lado a otro y con algún diálogo pobre, en general me ha gustado.
Me ha gustado que, al ver que los chavales no hacen caso a los libros ni atienden a clase, tomándoselo todo a cachondeo, decide enseñarles la vida, escucharles e intentar resolver sus dudas para que, en cuanto acaben el curso y abandonen el instituto, puedan salir adelante. Esta es otra pequeña diferencia con Mentes peligrosas porque aunque en el fondo la enseñanza es la misma, se centra más en que consigan hacer los deberes de literatura que les manda para aprender a través de ellos.
No quiero entrar en terreno pantanoso, pero éste es uno de los grandes fallos que le veo a la enseñanza actual. Nos hacen aprender cosas y datos que no vamos a usar en la vida y que olvidaremos en cuanto salgamos del instituto (aunque considero que hay cosas básicas que hay que aprender para tener un mínimo de cultura), pero no nos enseñan "a vivir", a enfrentarnos a lo que nos encontraremos en el día a día o cosas más útiles como, por ejemplo, a entender una nómina, a no ser que hagas el bachillerato de sociales donde creo recordar que sí se tocaba algo de economía o mates (yo hice letras puras, así que ni idea). Supongo que por eso tengo idealizadas las pelis de instituto...
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