sábado, 21 de agosto de 2021

La familia Addams

 

Fecha: 2019
Duración: 1h 26mins

Sinopsis:
¡Prepárate para chasquear los dedos! La familia Addams ha vuelto con la primera comedia animada sobre la familia más chiflada del vecindario. Divertida, extravagante y completamente icónica, La familia Addams reformula el concepto de lo que significa ser un buen vecino.



No he podido evitar caer en la tentación de ver esta película. Me estaba debatiendo (desde que se estrenó) entre verla o no porque por un lado me esperaba un bodrio y por otro me esperaba algo entretenido como la serie de dibujos que echaban en El Club Super 3. Pues eso, que al final la he visto, sin expectativa alguna, y no es un bodrio, es entretenida, pero NO es la familia Addams que queremos y recordamos.
Los personajes son los mismos, sí, la estética gótica es la misma, sí, pero los han edulcorado taaaaaanto que no son ellos. Mantienen algo de humor negro y gags relacionados con la muerte o groseros, pero los han usado para hacer una película con moraleja: está bien ser diferente y hay que aceptarse tal y como se es, tanto por nosotros mismos como los demás. Pero a ver, si los Addams que conocemos, pese a ser especiales (no me atrevo a decir diferentes) ya se aceptaban como eran y se relacionaban con el resto de la gente, simplemente no compartían gustos y opiniones. Pero aquí le han dado otra vuelta de tuerca y lo han enfatizado más y nos lo han dado más mascado.
Los Addams son una familia que han tenido que ir huyendo de diferentes pueblos porque la gente no los comprendía, les tenía miedo y les atacaban. Hecho que ha resultado en confinarse en una mansión y no relacionarse con nadie que no sea un Addams propiamente.
De pronto, Miércoles (lo mejor de toda la película son sus trenzas en forma de soga) se aburre y se pregunta qué habrá más allá de la verja y de la niebla que rodea su mansión. Al final, llevada por la curiosidad, saldrá de sus dominios y conocerá a una chica que va al instituto, Parker, de la cual se hace amiga y, entre ellas, se cambian los looks, haciendo que Parker vista de siniestra y Miércoles de rosa con brilli-brilli. Se vuelve inquieta y quiere ir al instituto y tener amigos y parecerse a la gente "normal". ¡Noooo! Miércoles no quiere ser como los demás, Miércoles es una Addams y está orgullosa de serlo.
Por su lado, Pugsley debe aprenderse el baile con sable para su "Mazurka", el rito familiar de los Addams para ser un hombre, pero a Pugsley no se le da nada bien por más que practique y se le dan mejor otras cosas (como lanzar granadas con el tirachinas). Así pues, hay que aceptar que Pugsley no es como el resto de los Addams y hay que quererle igual y potenciar las virtudes que sí tiene. ¿Perdona? Pero si hasta el bebé de Morticia, Pubis, tiene habilidades nada propias de un bebé. Ésa es la gracia de los Addams, son una familia peculiar con sus habilidades y gustos extravagantes, pero eso no quita que se relacionen con todo el mundo.
Y cuando alrededor de su mansión se construye una urbanización perfecta y de colorinchis a lo Eduardo Manostijeras, se asustan porque piensan que van a tenerles miedo y deberán huir de nuevo, por lo que acceden a que Margaux, madre de Parker y organizadora de la construcción de la urbanización, les rehabilite la casa.
Por supuesto, la película, para redondear esa moraleja que nos vende, hace que los Addams rechacen al resto de la gente (Morticia se escandaliza cuando Miércoles aparece con confetti en el pelo y le prohíbe  salir de casa), cuando ya hemos dicho que los Addams nunca habían tenido problemas para relacionarse o dejarse ver en público. Todos recordaremos, de la película con actores reales, la escena en que Gómez (Raúl Julia) y Morticia (Anjelica Houston) van al colegio de los niños a ver la representación teatral y están con cara de aburridos esperando que se acabe y que salgan sus pequeños, a los cuales aplauden con mucho fervor.
En resumen, la película es entretenida y se deja ver, pero nos han cambiado a nuestros queridos Addams para convertirlos en algo pueril y blanco. No entiendo porqué cuesta tanto mantener la esencia de unos personajes reconocidos y con personalidad propia para adaptarlo a la sociedad del buenismo que vivimos hoy en día. A la mierda con los remakes, dejad a los clásicos en paz.

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