Sinopsis:
Si piensas que Blancanieves es sólo un cuento de hadas, estás a punto de descubrir la verdadera historia, pero antes esconde a los niños. La verdadera historia protagonizada por Sigourney Weaver y Sam Neill, cuenta un inimaginable cuento de terror.
Cuando la joven madre de Lillian muere durante el parto, su padre repentinamente se vuelve a casar con la bella y vanidosa Lady Claudia, pero la aparente buena apariencia de Claudia es sólo eso, pura apariencia lejos de la realidad. Su objetivo es dar a luz a su propio hijo y convertirse en la Reina Claudia con el maléfico espejo mágico.
El intento fallido de asesinar a Lillian deja a la joven perdida en el oscuro bosque donde conocerá a siete enanitos... pero ¡un momento! ¿Crees que sabes el resto de la historia? No te fíes porque los apuestos príncipes y adorables enanitos no siempre podrán salvar...
Con la película comprobarás cómo el agua, la sangre, el terror y la apetecible manzana de siempre pueden actuar juntas.
Lo primero que tengo que decir es que la sinopsis que aparece en la carátula es una auténtica basura.
Lo segundo, es la mejor adaptación del cuento de Blancanieves que he visto hasta ahora. Me encanta esta película, es oscura y mágica. No es un cuento de hadas, es un cuento de brujas.
La protagonista indiscutible de esta película es Lady Claudia; Sigourney Weaver está fabulosa y el papel de mala le queda genial.
Una mujer ambiciosa que sabe lo que quiere, hija de una bruja y que quiere vengarse de la burguesía que los ninguneó mezclándose entre ellos ahora y siendo reina y señora de todo. Con sus artes oscuras, además de su carácter y su nueva posición social, logrará tener a todos bajos sus órdenes, pero siempre será la segundona, porque Lillian siempre será especial para todos, por eso Claudia la odia y debe acabar con ella. Para ello echará mano de sus poderes, después de que su hermano, que en esta versión sustituye a la figura del cazador, no haya sido capaz de matarla.
Y, ¿quién le habla a través del espejo? ¿Es ella misma en su locura, en su ambición, o es el recuerdo de su madre que la alienta en su venganza?
Lillian, nuestra Blancanieves, es una niña bien que no acaba de llevarse con su nueva madrastra, pero que realmente no tiene ninguna mala intención para con ella. Víctima de los celos de Claudia, acabará en el bosque donde no se encontrará con unos enanitos, sino con un grupo de hombres que se ganan la vida como pueden y que la mantendrán primero como posible moneda de cambio y luego ya como parte del grupo, llegando a tener un romance con el líder del mismo, demostrando que el amor no entiende de posiciones sociales, pero no os preocupéis que la parte amorosa es mínima y no embrutece la historia de "terror".
Lillian está interpretada por Monica Keena, a quién vimos en un papel secundario y odioso (como acabaron siendo todos) en Dawson crece.
Sam Neill es el que tiene el papel más soso de todos, pues queda totalmente en segundo plano, no solo por la potencia del personaje de Weaver, sino porque su papel es bastante irrelevante.
Resumiendo, una magnífica historia que le da una vuelta a lo que creíamos saber, con una Sigourney Weaver maravillosa. Algo en lo que los creadores de Maléfica se podrían haber inspirado para hacer algo mejor que la birria que han hecho, que se han cargado al personaje. Viva Lady Claudia.