Sinopsis:
La NASA consigue capturar a una familia de alienígenas que llegan en una sonda espacial.
Cuando los científicos de la agencia investigan las muestras, la familia huye de allí y escapa hacia el desierto. Sin embargo, el más pequeño de los alienígenas se marcha en dirección a la autopista. Tras provocar un accidente en cadena, la criatura se cuela en el coche de la familia Cruise, que inicia una nueva vida a California. El hijo menor de la familia, un niño parapléjico llamado Eric (Jade Calegory) se hace amigo del alien después de que éste le salvara la vida, y le llama "Mac", siglas de "Mysterious Alien Creature".
Es indudable que todo el mundo, tanto quien la haya visto como quien no, piense enseguida en E.T. el extraterrestre de Steven Spielberg. Esta es como si fuera la versión de Ali Express. Se parecen mucho, pero también tienen algunas cosas distintas (pocas).
6 años separan esta película de su predecesora, clara inspiradora, que parece una pataleta del director de "yo también quiero eso" viendo el éxito de Spielberg.
En esta ocasión se cambia el drama por la comedia. Sí, hay drama, un pequeño extraterrestre es separado de su familia y llora varias veces al encontrarse solo (la verdad es que es muy triste verle llorar), pero la mayoría de escenas buscan la risa, como cuando los absorbe la sonda espacial (segunda diferencia con E.T. que son los marcianos los que vienen por su propio "pie") o se estampa contra el parabrisas de un coche, resultando en una "tortilla con ojos" (la frase y escena que se me quedó grabada a fuego).
Por lo demás, todo es igual: el niño y el alien que se hacen amigos, las trampas para atraparlo (caramelos versus refrescos de cola), el disfraz para que nadie reconozca al extraño ser, la carrera para huir de la NASA, las llamadas de los extraterrestres para comunicarse, el poder de los mismos con solo tocar un objeto y hacerlo funcionar y/o explotar...
También cambia el final, aquí la familia alien se convierte en ciudadanos americanos, con juramento y todo y se adaptan a la vida y costumbres de la ciudad, como que salen del juzgado sabiendo conducir y vestidos a la moda de los 80. América, la tierra de los sueños y las posibilidades...
La película, hay que reconocerlo, es mala y cutre. Hay escenas que están ahí porque sí, sin ninguna lógica, como cuando Mac coge un coche teledirigido de juguete y persigue a Eric por toda la urbanización mientras éste hace footing (bueno, ya me entendéis) con su madre, que ya me gustaría a mí saber como sube luego esas cuestas para volver a casa.
Y luego hay la publicidad constante, porque no es nada subliminal, de McDonald's y Coca Cola. Resulta que fueron los principales sponsors de la peli, los que pusieron la pasta gansa, así que tenían que tener un lugar destacado en la peli. Cuando eres pequeña no piensas en esas cosas porque ni las conoces ni las entiendes, pero ahora de mayor se hacen cansinas. No solo es que se pasen toda la peli bebiendo Coca Cola, que además Mac (sospechoso nombre) ya viene aprendido de casa en el arte de beber con pajita, ni que la hermana de la niña diga que trabaja en McDonald's y se la ve con el uniforme, sino que hay una escena totalmente innecesaria para la trama y larguísima donde desconocidos bailan perfectamente coordinados entre ellos en un restaurante McDonald's donde aparece también Ronald McDonald, el real y verdadero Ronald, saludando a los chiquillos por las mesas.
Por otro lado, está una escena totalmente nomesalelapalabra, que si te paras a reflexionar un momento es cuanto menos escalofriante. Eric, su hermano y sus amigas (la niña y la del McDonald's) encuentran a la familia de Mac y los reúnen. De vuelta a casa paran en un supermercado para comprar más cola, pero mientras uno hace la compra, el resto no se da cuenta que la familia se escapa del coche y entra en el supermercado. Obviamente, toda la gente que está comprando se sorprende y se asusta, llaman a la policía y, en cuanto ésta llega y los empieza a encañonar y todo el mundo grita y corre, la familia se asusta y, con sus poderes, hacen explotar el supermercado. En ese momento se enfoca el parking del super, donde Eric aparece echado en el suelo muerto (se entiende que por la explosión, pero investigando y leyendo en la misma IMDB se supone que es por un tiro de uno de los agentes, aunque modificaron la escena) y todo el mundo se centra en él y lloran su pérdida. ¿Y el resto de clientes del super? ¡No les ha dado tiempo de huir a todos! No solo no se les llora, sino que no acude ni una ambulancia ni se sabe qué pasa con ellos. La familia se dirige tranquilamente hacia donde se encuentra el cuerpo de Eric y haciendo una especie de Reiki ultrapoderoso lo reviven. Y al resto que le den, pero ya quién se acuerda de ellos...
Lo dicho, la peli es mala y cutre, en todos los aspectos. Pero yo la recuerdo con cariño y es una peli que marcó mi infancia, que la cogía cada dos por tres en el videoclub y la veía con mis padres. Es una película familiar hecha para entretener y pasar la tarde con los tuyos y eso lo cumple con creces si la miras con ojos de niño y sin grandes expectativas. Y sí, es publicidad de McDonald's (la Coca Cola nunca me ha gustado), pero del McDonald's que molaba, el de Ronald y el resto de personajes que no logro recordar sus nombres, pero estaban la pata con coletas, el ladrón con capa, el fantasma lila y los pequeños pompones de colores que iban en patines que, aunque no salga ninguno de ellos en la peli, vuelan a mi mente para recordarme momentos felices de mi infancia. Así que, para mí, esta película es un viaje de vuelta al pasado en asiento de primera clase. Y a quien no le guste, pues que mire otra cosa.