Fecha: 1990
Duración: 1h 45mins
Sinopsis:
Protagonizada por Johnny Depp y dirigida por Tim Burton. Depp interpreta el papel que lanzó su carrera, Eduardo Manostijeras, una irresistiblemente y encantadora criatura con tijeras como manos y un corazón de oro. La solitaria vida de Eduardo en un castillo gótico da un giro inesperado cuando conoce a una encantadora vendedora de Avon (Diane West), que le lleva a un paraíso de colores pastel conocido como Suburbia. Gracias a su increíble talento, Eduardo se convierte en la sensación de la comunidad, pero al enamorarse de Kim (Winona Ryder), se verá obligado a llegar a límites extraordinarios para protegerla.
Hacía tiempo que quería volver a ver Eduardo Manostijeras, así que la cogí para verla el fin de semana de Halloween (¿Es para verla en Halloween o en Navidad? ¿Qué tiene Tim Burton con ambas fechas?)
Recordaba escenas sueltas, pero no la película entera, y no me ha decepcionado pese a recordarla con nostalgia. Hay películas que las recuerdas con cariño aunque no recuerdes de nada de lo que pasa y es mejor no revisionarlas porque puedes acabar preguntándote "¿Cómo diantres podía gustarme esto?"
Éste no ha sido el caso, así que vamos bien.
Aunque Burton no lo explica como tal y asegura que se basó en su propia adolescencia, esta historia recuerda a la idea de Frankenstein que todos tenemos en la cabeza: el hombre a medio hacer, con partes de distintos orígenes, que se queda solo y la sociedad lo rechaza por ser diferente.
La película demuestra la hipocresía de la sociedad (no sé por qué nos extraña que no sea de otra manera...) ante lo que vemos diferente. Y aunque al inicio, cuando Eduardo llega a Suburbia, causa sensación por ser novedad y todo el mundo lo admira, en cuanto la vecina más ligera de cascos del pueblo no consigue de él lo que quiere, lo acusa de haber querido agredirla y todo el pueblo se pone en su contra, además de aprovecharse de su inocencia.
¿Qué moraleja sacamos de esto? Que la gente da asco y es egoísta y que muchas veces es mejor estar solo que mal acompañado. Es difícil porque los humanos son seres sociales que necesitan el contacto de otros de su especie, pero visto lo que hay por ahí muchas veces es mejor no relacionarse con personas tóxicas.
No recordaba que el inventor de Eduardo Manostijeras estaba representado por el actor Vincent Price, un hombre que he conocido hace poco gracias al film El abominable Dr. Phibes y que me encanta y como que me acabo de enterar que es la voz que se oye en Thriller, el videoclip de Michael Jackson.
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